lunes, 8 de septiembre de 2025

El grafo de D10s


El grafo de D10s es un esquema construido por Lacan en el curso de sus Seminarios inspirándose en la formalización de la clínica operada a los fines de su relectura de Freud, para sortear la hegemonía inglesa y su famosa psicología del “yo”. 



Como cadenas que inician su recorrido, la función del grafo podemos hacerla partir, como la experiencia nos enseña, de un movimiento que implica una repetición.

El grafo de D10s tuvo su primer intento de  formalización en Wembley en 1980, mostrando algunas fallas en su escritura, cuestión advertida por el Turco.

Ya en 1986 tenemos la versión definitiva del grafo como herramienta clínicy girando alrededor de la pregunta Che vuoi?

 La pregunta por el deseo, ese atravesamiento del fantasma ante el enigma del deseo del Negro (Enrique) ¿Qué quiere el Otro de mí?...

Ese pase: “El negro dice que me deja solo” -posición fantasmática-, sitúa el vector de la pregunta cuya respuesta trasciende el entrepiso para no quedar capturado en el plano imaginario (la inconsistencia de ese Otro jodón pero a la vez habilitante) por este punto de corte, significante de la falta en el Otro, y continuar así bajando por el vector del deseo decidido.

Al llegar al piso inferior del grafo, vemos presentarse la vacilación de Fenwick con su abanico defensivo, ubicando su “yo” en su dimensión imaginaria (m) atraída por la imagen i (a) de Valdano y Burruchaga.

Momento crucial del grafo donde su atravesamiento pone en juego la repetición antedicha, provocando así la inclinación (clinamen) del acto para que pueda aflorar el recuerdo del Turco.

Recurso clave que enlaza el instante del ver con el momento de concluir la jugada y el grafo.

¿Dónde -nos interpela el Grafo de D10s-estará ese "yo" tan buscado?

 En el recurso, que nosotros preservamos, de peruca a peruca, el lacanocookismo puede acompañar al paciente hasta el límite extático del "tú eres eso", donde se le revela la cifra de su destino justicialista, pero no está en nuestro solo poder de practicante, el conducirlo hasta ese momento en que empieza el verdadero viaje.