sábado, 22 de agosto de 2009

Para un Significante de bien, no puede haber nada mejor que otro Significante.

Las "Veinte verdades" son un conjunto de preceptos doctrinarios elementales y definiciones políticas simples y de fácil entendimiento, pensadas para la inmensa masa de analistas que se acrecentaba día a día en los albores del nuevo movimiento del lacanismo de los ‘70, y especialmente dirigidas a los sectores más humildes y menos ilustrados, que en el peronismo siempre fueron mayoría, pero que fueron interceptados por los agentes de la oligarquía local y haciendo girar a Lacan hacia la derecha.


La oposición política apeló, sin éxito alguno, a dicha simpleza para desprestigiar al nuevo movimiento surgido en 1945, acusando la ausencia de fundamentos ideológicos sólidos. ¿Acaso los consejos al médico de Freud no son simples?, respondían los líderes justicialistas. De hecho las Veinte verdades, la Marcha Los muchachos peronistas, la presencia insoslayable del bombo como instrumento típico y las históricas tres reivindicaciones (los "tres registros": soberanía política, independencia económica y justicia social) son iconos emblemáticos de la esencia peronista, independientemente de los distintos matices y tendencias internas, e ineludibles en toda acto de "liturgia" peronista a través de los años: movilizaciones populares, actos de campaña y ceremonias de recordación y homenaje.

1 comentario:

Lola dijo...

No sé si esto es lacanización del peronismo o peronización del lacanismo, pero me encantó!