miércoles, 11 de agosto de 2010

Néstor y la Gestalt

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Podemos referirnos, luego de exponer “El test del General bajo la lluvia”, a lo que implica la construcción de un cuadro o una obra, con el término “composición”.

Desde el Lacanocookismo aplicamos el término “composición” en tanto un conjunto (coro) organizado de elementos mediáticos, aplicados sobre la figura de Néstor Kirchner flamante secretario de UNASUR.

Los resultados de las decisiones corporativas marcan el propósito y el significado de la obra y, por tanto, manipulan lo que recibe el espectador. Así, dos forros como Blank y Van der Kooy se jactaban una semana atrás de dar la medalla de plomo al querido Pierre por su supuesto fracaso como mediador en la crisis Colombia-Venezuela.
Esta etapa del proceso creativo es crucial para expresar el estado de ánimo total que se quiere transmitir al tilingo a'.




Entonces, ¿Cómo controlan sus técnicas y recursos visuales para que al final exista un significado compartido con el receptor?
Por eso, muchos criterios para la comprensión del significado de la forma visual, del potencial sintáctico de la estructura en la alfabetización visual, surgen de investigar el proceso de la percepción humana.

Para que se entienda de qué estamos hablando, les mostraremos una secuencia positivo-negativo por la cual, o vemos un jarrón, o vemos dos perfiles; y siempre veremos uno de los dos aunque de hecho estemos viendo ambas cosas. Con lo cual no es sólo lo que se muestra sino también lo que se oculta cuando se muestra.

Distinto es el caso del símbolo chino, ying-yang, es un ejemplo de contraste simultáneo y diseño complementario, su estado visual negativo-positivo, conflictos, antagonismos, nunca se resuelven.

Pero el modelo Clarinetista opera con la siguiente imagen inconciente:
En esta figura latinoamericana conocida como el “doble Pierre”, los elementos mediáticos arrojan tierra a la doble faz: Secretario de Unasur-Diputado Nacional, condensado en las imágenes las dos funciones, para así menospreciar el carácter de Diputado comparándolo con un ñoqui del día 29, aunque eso no les impida denunciar que él mismo maneja e impulsa todas las políticas erróneas del día a día.

Al tilingo a, y su lector a', no les parece contradictorio adjudicar el lugar de ñoqui a Néstor a la vez que --“se dice” que está operando en todas las decisiones, incluido las decisiones del bloque K de Diputados.

La imagen que tapan es bien conocida, y la escena que construyen se encuentra entre los dos Pierres, y es el dibujo mafioso, aunque esta vez no es el del silenciador mediático Hermenegildo Sabat.

El costado mafioso es la 'lógica de la sospecha' en todo su esplendor; y es así como se regocija el tilingo a y a'. Retazos del jarrón de Coppola, Natalia De Negri y Samantha Farjat. La obviedad de la composición no les quita eficacia, por eso la militancia debe reforzar que se vean ambos Pierres jugando por los dos carriles en tanto significantes de la gestión. Estableciendo jerarquías para discutir los costados que explotan las corporaciones mediáticas, posterior a la épica campestre que se potenció desde la 125...

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lunes, 9 de agosto de 2010

Test del Hombre bajo la Lluvia

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Ya que nos pidieron hacer un aporte a las pericias psicólogicas que deberán someterse los ex jefes de la policía porteña y nuestro querido Mauri, queremos desde el lacanocookismo presentarles lo siguiente. Se trata del cuanto menos conocido test de la persona bajo la lluvia, en el cual se intenta objetivar a una persona “en condiciones ambientales poco agradables” y “en las que la lluvia es un componente alterador.”


Situación inesperada o apremiante, mediante la cual el individuo tiene que responder con los primeros recursos que se le vienen a mano, sin tener tiempo de recurrir a las defensas habituales que amurallan la comodidad de un hábito, dejando así traslucir aquellos elementos que suelen ser borrados.

De todas maneras, formas van, formas vienen, nunca resultó complicado caer en la cuenta de qué es lo que se trata en este burdo artefacto hermenéutico en el que se intenta encasillar sintomáticamente a las personas a los requerimientos de las patronales de turno.

Por allí siempre se pretendió dar estatuto científico a pobretones enunciados y equivalencias de lo más sospechosas: persona que mira a la izquierda-persona que mira al pasado = conflictos no resueltos, persona que mira a la derecha-persona que mira al futuro = que apunta al crecimiento, etc.



No pretendemos ahondar en materia de todos conocida, ni hacer una crítica facilonga y/o progre -nunca fue nuestro objetivo-, al mencionado test. El observador atento podrá corroborar en nuestro discurso y en nuestra historia aquello que remarcamos, a saber: en los años de esplendor del lacanocookismo, aquellos en que Lacan situaba como el comienzo de toda ciencia, circulaba también por variopintos ambientes una variación de este archiconocido test. Como él mismo decía:

"Este test trata de una experiencia clásica, que fue llevada a cabo en la época en que el peronismo era divertido, en la época del verdadero peronismo, donde el 17 de octubre siempre era una fiesta, y nunca un triste comité de troskos. Nosotros, de igual modo, estamos en la época en que verdaderamente se trata del peronismo. Cuando más cerca del peronismo divertido estemos, más cerca estaremos del verdadero peronismo, a pesar de los Guardia de Hierro. Con el tiempo se irá desgastando, se hará por aproximaciones y triquiñuelas. Ya no se comprenderá nada de lo que se hace, así como ya no es necesario comprender nada del justicialismo para hacer un peronismo. Regocijémonos pues, aún hacemos peronismo." (Seminario 1 "Los escritos técnicos de Perón". Clase 7, La tópica del lacanocookismo. 24 de Febrero de 1954 (primera parte)

Se trataba no ya del célebre test del hombre bajo la lluvia, sino del verdadero, “El test del General bajo la lluvia”, surgido en el período de efervecenscia y despliegue del justicialismo analítico en su máximo esplendor, aquel cuando todas las ramas y disciplinas que estudiaban al hombre argentino, no podían eludir el baño justicialista que desde la constitución del '49 marcaba los pasos a seguir.

Este Test permitía obtener una semblanza, como decíamos, de una persona en las que la lluvia era un componente alterador. Pero hubiese sido una necedad seguir desconociendo el valor simbólico que conllevaba el registro de “la lluvia y el paraguas”, al actualizar en la memoria el retorno de Juan Domingo Perón, cobijado bajo el paraguas del sindicalista Rucci.




Este plus de sentido, frente al agregado de la situación desagradable, hacía que el tilingo ya no pudiese sostener su apariencia habitual y debiera recurrir a las defensas que normalmente se mantienen ocultas.

“El General bajo la lluvia”, como lo muestra el dibujo, acentuaba el momento en que el retorno no fue el esperado, en que la esperanza de los humildes, la sonrisa del tío Cámpora, todo fue tornándose en sangre, balas y por sobre todo, muerte. Pronto, las aguas turbias empezaron a subir. Como así también cuando el General viajó al Paraguay de Stroessner, el 6 de Junio del 74. Allí la copiosa lluvia, por no decir otra cosa, terminó tragando y llevándose puesto, no sólo al General -un poco menos de un mes después-, sino a las ilusiones de miles y miles de personas que militaron activamente y con alegría para hacer, no ya de este mundo, sino de esta pacata sociedad, un poco menos egoísta.

Resultados:

Dibujo pequeño del General Perón:
Timidez, aplastamiento, no reconocimiento, autodesvalorización, inseguridades, temores. Retraimiento, sentimiento de inadecuación, sentimiento de inferioridad, dependiente. Transmite sensación de encierro o incomodidad. También transmite introversión, falta de vitalidad, economía, ahorro, avaricia, inhibición, inadecuada percepción de sí mismo.

Dibujo grande del General Perón:
Necesidad de mostrarse, de ser reconocido, de ser tenido en cuenta. Autoexpansivo. Contraría que el Peronista trabaja para el MOVIMIENTO y que el que en su nombre sirve a un círculo, o a un caudillo, lo es solo de nombre. Si es un dibujo poco flexible, existe falta de adaptación (guardia de Hierro).

Dibujo muy grande del General Perón (en ocasiones utilizando dos hojas):
Controles internos deficientes, pero buen ritmo de bombo. Autoreaseguramiento. Ilusiones paranoides de grandiosidad que encubren sentimientos de inadecuación, pero dignidad en el uso del bombo. Megalomanía. Posible compensación de sentimientos de inseguridad. Musicalidad del unísono.

Dibujo mediano del General Perón:
Peronista bien ubicado en el espacio.

A-2) Emplazamiento:
Consideremos la hoja como universo y analizamos cuánto espacio ocupa este sujeto y en qué lugar se ubica.

Margen derecho:
Representa un modelo de dólar bajo, relación firme con el padre o la autoridad. Extrovertido. Pizza con champagne. Actividad, empuje, ambición, optimismo, excitación, euforia. Confianza en el futuro (proyecto, porvenir). Impaciente, vehemente, pasional.

Margen muy izquierdo:
Representa el pasado, lo inconsciente y preconsciente; lo materno y lo primario. Introversión, encerrarse en uno mismo. Pesimismo, debilidad, depresión, angustia neurótica, postergación, fatiga, desaliento, agotamiento.

Centro de la hoja:
Criterio ajustado a la realidad, la única verdad (embrollada en lo real). Equilibrio entre tendencias de introversión y extroversión

A-3) Trazos:

LINEA ARMÓNICA, ENTERA, FIRME:
Néstor.
LINEA ENTRECORTADA:
Lousteau.
LINEAS TIRANTES:
El Napia.
LINEAS DESCONECTADAS:
Carrió.
LINEA RECTA CON ONDULACIONES:
El Movimiento.
LINEA RECTA CON TEMBLOR:
Duhalde.
LINEA RECTA DEFINIDA PERO TOSCA:
Kunkel.
LINEA CON ÁNGULOS, GANCHOS O PICOS:
D'Elia
LINEAS SIN CONTROL O QUE ESCAPAN DEL CONTORNO DEL DIBUJO (EN ZIG-ZAG):
El Diego.


B) Análisis de Contenido:

b-1) Orientación ideológica de la persona.
b-2) Posturas frente a acontecimientos trascendentes
b-3) Textura tilinga
b-7) Paraguas de Rucci.
b-8) Reemplazo del paraguas por otros elementos (banderas, bombos).

b-9) Vínculos políticos con el bigotón cervecero.
b-10) Identidad sexual

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domingo, 1 de agosto de 2010

Cátedra libre Oscar Masotta (borrador de editorial de presentación)

Estimado (o no) lector (o no):

En principio, nos interesa dar a su conocimiento algunas razones que nos convocan para dar inicio a la “Cátedra libre Oscar Masotta”.

Comencemos por el ámbito de la Universidad:

Desde el texto Freudiano “Sobre la enseñanza del psicoanálisis en la Universidad”, queda en claro que las particularidades de la formación del analista (análisis personal, supervisión, teoría) se escabullen de una aprehensión teórica de “carácter dogmática/crítica” que en términos generales Freud supone al recinto universitario. Desde Lacan no hace falta que pensemos en un “recinto” para pensar lo universitario en el psicoanálisis, gesto importante, desbordante de las subjetividades de muchos analistas (o personas que trabajan nombrándose de esa forma) que han optado por obviar un paso importante, el propio análisis.

Pero hay una cuestión que nos parece necesario articular, que no figura en estos textos que citamos, se trata del carácter público de la Universidad Nacional.

Por supuesto, el acceso público no está efectuado como “para todos”, porque se precisan ciertos ingresos económicos y recursos previos, como recorridos escolares que están ligados sobre todo a cuestiones materiales (también ligado a cuestiones simbólicas, pero permítanos subrayar en esta Facultad el costado material, el costado de la necesidad y sus excedentes).

Pero donde encontramos el “Para Todos”, que incluye fundamentalmente a una parte importante de la sociedad que no accede a la Universidad, por los motivos mencionados y también porque ni siquiera tienen la edad necesaria para ingresar, ya que incluye a los niños, es en la fuente de financiamiento del esquema Universitario.

Financiamiento estructural del país, de carácter inequitativo, a través del impuesto al consumo (IVA). Si hacemos una analogía con la Salud Pública en tanto los que se atienden “gratuitamente” son los que más pagan, aquí los que más pagan, no entran en el sistema y colaboran en la formación de profesionales (no temamos a esta palabra) que muchas veces no los tienen en cuenta y en otras, que sí lo hacen, sería realmente preferible que no los tuvieran en cuenta.

Es necesario sostener esta articulación, de la Universidad y sus características, del Psicoanálisis y las suyas, ya que, por los efectos que contemplamos en distintos espacios, desde las clases asistidas, los temas que se discuten (¿se discuten?), los grandes temas ausentes; no estamos seguros de si se transmite “necesariamente” algo del psicoanálisis, pero sí lo estamos sobre la transmisión de ideología velada, no reconocida como tal, en tanto serie de ideales/prejuicios adquiridos, que se aggiornan con lenguaje Psi.

La ausencia de lo político (su interrogación) operando como punto ciego de los practicantes.

Para citar algunos ejemplos, ya que nombrar la palabra política genera susceptibilidades en muchos “colegas”, podemos referirnos a temáticas complejas del psicoanálisis como son “el pago” o el “uso del diván”, o incluso nociones trans-estructurales como fantasma, imaginario, inconsciente…que son utilizadas a diario con el rigor que le impondría Mamá-Cora.

Se trata de algo muy preciso: pensar desde un prejuicio, cosificar desde un a-priori. Para eso, la complejidad de los conceptos, el contexto histórico, incluso la polisemia del lenguaje no tiene ningún valor. Todo se reduce a un único significado. La palabra se vuelve fetiche: pago es igual a dinero, y recibido en la mano, diván sólo en cuanto se hayan atendido todos los ideales que supuestamente componen “nuestra” práctica, fantasma e imaginario, atributos de “la clase media”. Suena estúpido, pero basta con prestar un poco de atención y se lo escucha.

La política del saber, hablar por los otros para cerrarles el pico, política que como dijera Jorge Jinkins “se niega como tal y que obtiene su fuerza de la disimulación”.

En fin, somos seres humanos, la vida se nos vuelve gravosa decía Freud, y no le viene mal a nadie algunas identificaciones que se puedan tomar prestadas, pero cómo es que se construyó ese Ser analítico caricaturesco, aquel modelo que se cree por fuera de cualquier determinación y camina por la vida descompletando otros discursos. Aquel que ha tomado un nombre que define un momento de la sesión o del encuentro con un paciente, y sale del consultorio creyendo que su “no tomar posición” es abstinencia. La abstinencia es una cuestión activa, en un marco específico del análisis, no un rasgo personal para llevar el resto del día. Eso tiene otro nombre, es una postura política, más sintomática o más intencional, pero no menos política, producto del proceso de degradación de la misma.

Nos interesa promover debates sobre estos temas que están demasiado presentes, pero en el sentido de la “presencia de una ausencia”, porque esta falta de apreciación política, sumado a la falta de análisis, a las ensaladas de narcisismo que ordenan la angustia que pudiera surgir, está haciendo estragos.

Será de nuestro agrado que discutamos, revisemos posiciones y abandonemos el deporte de poner la falta en el otro. Porque justamente, pretender condiciones ideales, que “la cosa marche” no es digno de nosotros, “universitarios”, sino más bien de los “amos”.