sábado, 17 de abril de 2010

Estanflación analítica.


Cualquier ñato que tenga un amigo o familiar dedicado al psicoanálisis, ha tenido la experiencia de constatar, que lo que dice esta “persona”, lo que opina, no difiere en mucho respecto del bla bla del resto de los mortales.

No será lo mismo para los pacientes, pero estos transfieren hacia un analista. Les importa lo que dice y hace sólo él/ella. No la comunidad analítica en general, no Lacan, y no Freud. Al paciente del llano, le chupa un huevo si su analista es Kleiniano, Lacaniano o Laplanchiano.

Sin embargo, así como los Abogados constitucionalistas pululan en el mundo Clarín, realizando una actuación donde no se les entiende nada salvo su "fallo mediático"; los Psa insisten en colaborar a la formación de opinión desde la categoría de especialistas.

Ejemplos:

A)Sergio Rodriguez que al parecer después estuvo en Carta Abierta, publica una nota en Pág. 12 en el medio del conflicto con los chaquers:
"La conciliación sin necesidad, y el rencor, son malos consejeros. Ya hay voces que piden la renuncia del vicepresidente Cobos. Le exigen “que acompañe al Gobierno”. No tienen en cuenta que el presidente del PJ y la presidenta de la Nación lo tuvieron todos estos meses de florero, tanto a él como a la corriente radical de la que provenía. O sea, no fueron compañía. Y el emisor recibe del receptor su propio mensaje invertido" (?)

B)Esta semana en perfil: Opinan los psicólogos: por qué Cristina no pronuncia la palabra "corrupción"

"La palabra corrupción no forma parte de la teorización psicoanalítica, es un término que tiene que ver con lo legal, y desde el punto de vista de algo que corrompe y tira por debajo la cuestión de la moral y de la ética", explicó a Perfil.com el psicoanalista Enrique Novelli, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), quien agregó que "el que una persona no lo mencione puede responder a una actitud netamente voluntaria o puede aparecer como algo que tiene que ver, desde el punto de vista de un mecanismo inconsciente, con una negación".

Novelli analizó que es complicado particularizar la situación porque habría que ver la singularidad de esa persona. "En el caso particular no podría decirle, pero hay como una posible declinación que se podría pensar desde el punto de algo corrupto como algo que pervierte una ley y en análisis es como una perversión, algo que pervierte un ordenamiento establecido", sostuvo.

El psicoanalista señaló que cuando surge una negación, desde el punto de vista del inconsciente, es porque hay un mecanismo que tiende a evitar que esa palabra aparezca: "La palabra lleva un sentido que puede promover cierta angustia, entonces el aparato psíquico funciona evitando el sufrimiento y el inconsciente lo reprime"

C) el sentimiento inconsciente de culpa reconoce manifestaciones muy variadas según expresó a LA NACION el médico psicoanalista Jorge Kury.

Un ejemplo de este tipo de sentimiento de culpa podría ser el de un niño pequeño que, al romper accidentalmente un juguete, tal vez intentará repararlo, pero si no lo consigue, lo arrojará al piso hasta terminar de destrozarlo. Otro caso sería el de un adolescente que ofende a su novia, luego se arrepiente y le pide disculpas; pero pronto sentirá, con alguna razón, que su pareja lo debe querer menos y, para probarla, le inflige una ofensa mayor hasta despedazar el vínculo.

Los numerosos errores de Néstor Kirchner a lo largo de este convulsionado proceso electoral, que concluyó ayer con su derrota, podrían inscribirse dentro del sentimiento inconsciente de culpa que definen los especialistas.



Alfredo Zaiat citaba a la economista inglesa Joan Robinson, la cual enseñaba que “estudiar economía no es tratar de adquirir un conjunto de respuestas listas para satisfacer los interrogantes económicos: es aprender a no dejarse inducir a error por los economistas”.

Proponemos, mutatis mutandi, una versión para nuestra parroquia: “estudiar los textos analíticos y el propio análisis no es para tratar de adquirir un conjunto de respuestas listas para satisfacer los interrogantes psicológicos: es aprender a no dejarse inducir a error por la cosmovisión progresista tilingaux et psicoanalicé”. Con lo que se estaría recayendo, si se nos permite la expresión que recordara arteramente el mingo Cavallo, una estanflación analítica: fenómeno producido cuando la actividad analítica no crece (está estancada) y hay un aumento sostenido de tilinguería (inflación progresista).

miércoles, 7 de abril de 2010

Consejos al At. Ser acompañado, lacaneano y peronista.

Habiendo sido acreditado por la Dra. Cura Pancina como acompañado granja del mes, el paciente Aníbal, de Santa Cruz (12 años) quiso compartir con el público lector algunas de sus opiniones acerca del dispositivo llamado acompañamiento terapéutico, previo a presentarlo en la próxima edición de Lacanoamericana.

Ser acompañado: lacaneano y peronista

Siempre y cuando el trabajo del AT dignifique al
acompañado y no se le adose algún ser con expectativas
extravagantes y anti peronistas, es decir parches
ortopedistas del medio pelo psicoanalítico.

Consejos al AT:

1) No llevar lo que no se tiene al que no lo
necesita. Es decir: no pretender sacar a “patear” a
quien se encuentra, hace ya años, adosado a su silla. No
utilizar significantes poco lacaneanos y de pobreza
lingüística como “finde”, “peli”, “compu” o
“mochi”. No formular preguntas estúpidas que
comprometan al acompañado, preguntas que apuntan a lo vital
cuando éste último se encuentra casi muerto en vida. No
inventar ecuaciones imbeciloides y sin sentido, como la que
equipara un día soleado con la ingesta de bizcochos y mate.
Para el acompañado, un día soleado puede significar un
ayuno autoimpuesto, o bien, por qué no, un desayuno
peronista de salamín con champán. No hacer intentos por
que el acompañado, sospechoso de alcoholismo incipiente,
suelte el porrón y agarre el mate a las once de la mañana;
con el porrón le basta y le sobra, y el mate acrecienta su
carácter de tipo nervioso. La mezcla de mate,
porrón y AT meterete puede ser letal. En síntesis y para
ir resumiendo, se trata de registrar (tanto en lo simbólico
como en lo imaginario y en lo real, o alguno de los tres si
no es mucho pedir) a la persona a quien se está
acompañando, así como sus hábitos, su mala fé en
general, y su pesimismo y disgusto de hallarse ante un ente
terapéutico (ET).

2) No contradecir al acompañado hasta no haber entrado en
confianza. O bien hacerlo para que éste no se piense que su
AT es un ser insípido y sin personalidad, y así entrar en
confianza aunque sea a las piñas.

3) Si el acompañado te dice que se siente bien y que vayas
yendo, anda buscando otro trabajo porque te acaban de
nominar.

4) Si el acompañado te cancela más de tres veces
sucesivas la situación es la misma.

5) Si vas a llegar tarde no avises sobre la hora. Será muy
lacaneano pero al acompañado le da por las bolas.