domingo, 14 de septiembre de 2008

El gordo Soriano, Freud y los Chaquers

Sufriendo por Marx y por Freud. (el Bebe Cooke y Lacan)

En un breve texto previo a la segunda tópica Freudiana (1916 Varios tipos de carácter descubiertos en la labor analítica), Sigmund describe algunas claves interesantes respecto a ciertos grados que nos son comunes pero en algunos se encuentran exacerbados por diversas circunstancias. Transcribo algunas para conversar en los comentarios:

"... tropezamos con algunos sujetos que se rebelan, alegando una motivación especial. Dicen que ya han sufrido y se han privado bastante, que tienen derecho a que no se les imponga más restricciones y que no están dispuestos a someterse a ninguna nueva necesidad displaciente, pues son excepciones y se proponen seguir siéndolo".

"...Ahora bien: es indudable que a todos nos gustaría dárnoslas de excepciones y pretender, en consecuencia, la obtención de privilegios sobre los demás, pero justamente por ello se hace precisa una motivación especial...su neurosis se enlazaba a un suceso displaciente o a un padecimiento de sus primeros años infantiles, del que se sentía inocente, estimándolo como una ofensa injusta e inferida a su persona".

"...la naturaleza ha cometido conmigo una gran injusticia negándome... así pues, la vida me debe una compensación que yo me procurare. Tengo derecho a considerarme como una excepción, y a superar los escrúpulos por los que otros se dejan detener en su camino. Puedo cometer injusticias, pues se han cometido conmigo".


En la novela de Osvaldo Soriano, "Una sombra ya pronto serás", encontramos una serie de personajes que deambulan por la pampa, que ya ni es "húmeda", que es ciertamente árida y desoladora. La novela está ambientada en la Argentina de comienzos de los 90 (recuerdan chaquers?)… el mundo sin muro, atravesados por el victorioso esplendor del neoliberalismo en el plano económico y discursivo. El auge de la flexibilización aumentando los niveles de pobreza, marginalidad, con la respectiva pérdida de identidad social. Un escenario de incluidos y excluidos mediatizado por una violencia sin ideología, desesperada.

Escrita en primera persona, a través de los pensamientos de un ingeniero que tuvo que irse del país, y que retorna a la Argentina sin su hija, quien ha quedado allí. Es un relato de los caminos, donde el ingeniero se encuentra con hombres y mujeres, todos solos.
En un pasaje del libro, un cura, sus matones, una vidente armada, y nuestro protagonista disputan la conquista de un monto de dinero. El cura ha contratado estos tres matones, porque disfrazándolos de clérigos, con las sotanas, puede abarcar varios pueblos al mismo tiempo y así generar una mayor recaudación. La vidente viaja en soledad. Por la ruta, de pueblo en pueblo. En su coche al que no le entra el cambio de tercera.
El cura quiere partir aceleradamente hacia Madrid, entonces le consulta al protagonista.

"--¿Y que quiere? ¿Le parece que me puedo pasar la vida en este agujero? ¿En un pozo con la mierda hasta acá? --se quedó un instante con la mano a la altura del cuello.
-- Es su pozo, tardó una vida en cavarlo.
-- Yo no hice nada. Me pasé 10 años enterrado en una parroquia de Bernal confesando ladrones y putas, cagado de hambre, predicando la misericordia, absolviendo gente a la que el infierno le queda chico. ¿De que buenos recuerdos me habla?

Después se ha encontrado con la vidente, quien le observa a punta de pistola.

--Ese iba a Madrid--dije--¿no le da pena?
--Son ladrones. Este país esta lleno de gente así. ¿Se da cuenta? Un cura...
--Usted acaba de robarle.
--Es distinto. Yo soy una mujer sola... llevo veinte años entre estos yuyos pisando bosta, tirando las cartas en hoteluchos pulguientos... estoy harta de trabajar para nada, ¿sabe?
--Me imagino. A él le pasaba lo mismo.

Como extrañamos a Soriano. Que rápido que entendió los 90, la legitimidad que habían cobrado ciertos discursos y no sólo por la fiesta Menemista. Ojalá que estos nuevos agentes de la excepción, "los chaquers de la Pampa húmeda" no nos depraven nuevamente las ideas, la subjetividad.

(...) 17796 página 12 Osvaldo Soriano.
-mire que se viene una huelga. Gerardo Martinez está tomando un curso acelerado de agresividad sindical.
-¿A quien le importa hoy una huelga? El asunto es financiero, estimado. O pagan los pobres o nos hundimos todos. ¿Usted quiere hundirse?
-bueno, no...
-Entonces los pobres tienen que cumplir con su deber patriótico y destino histórico. Que devuelvan los vales de comida.

(Allí estaba Pato Burllich, Morales, periodístas... Para que cierren las cuentas fiscales bla bla bla)

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