miércoles, 17 de marzo de 2010

Las máximas para la coordinación de acompañantes terapéuticos. Por Fransuá Abelardo Shibolett

• Nunca dé su teléfono fijo a la madre de su paciente psicótico.

• Si está convencida/o de que su paciente es muy hábil, inteligente, brillante para engañarla, pero usted no observa que otros de su equipo aseveren lo mismo, quizá deba reflexionar sobre su propia habilidad, inteligencia o brillantez.

• No se levante de la cama sin reflexionar que su acompañante preferido es el At al que le ha adjudicado pensar como usted.

• Su acompañante podrá ser tímido, callado, manco, sordo, pecoso, o de aquellos que usan sólo bigote, pero recuerde, él no es su paciente, ni tampoco su hijo.

• Una vez por mes se arrepentirá de haber armado un equipo de acompañamiento terapéutico. Si esto no sucede, quizá debiera recomenzar su análisis.

• Cada tanto escuchará imbecilidades se un acompañante, y pensará: ¿cómo se me escapó este en la admisión? Reflexionará que en esa entrevista usted habló más que él. Y sí, fue efectivamente así.

• No constituye un problema que “sus” acompañantes sean “psicoanalistas” frustrados. El problema es que sean acompañantes frustrados.

• Recuerde que es altamente probable que la madre de su paciente paranoico tenga un identificador de llamadas. Si planea seguir la máxima número uno, no la llame desde su fijo.

• Maldecirá a sus acompañantes cuando lo llamen, y también los maldecirá cuando no lo hayan hecho. Podrá descargar parte de su ira existencial allí. Pero recuerde: eso favorecerá componendas grupales.

• Los pacientes podrán ser muy importantes para uno, no así para los otros. Recuérdalo para la escritura y para la conversación.

• La jerga analítica sigue las “leyes” de la palabra y se comunica en el mal-entendido. Con el paso del tiempo, le pedirá a sus acompañantes que le expongan las viñetas como si fuera un cuentito.

• En la experiencia diaria comprenderá que soltar la llave al estilo Breuer es una acción cotidiana. Se verá tentado de llamar a estos breudianos en lugar de freudianos. Pero mejor lea sobre la vida de Breuer, se ahorrará cometer tal estupidez.

• “En psicoanálisis el ABC son 40 años”. No exigirá a sus acompañantes siquiera estar por una “buena” senda. Pero si podrás recitarle la primera oración de esta máxima cuando se vengan con un discursito universitario.

• Escuchará a algunos acompañantes “ampararse” en gente que usted respeta citándolos fuera de contexto. Una parte suya querrá rectificar tal atrocidad. No lo haga. Con frases que usted ha dicho sucederá lo mismo.

• Usted, tendrá en su equipo, acompañantes que hagan “todo mal” y que aún así el paciente lo tenga en alta estima. Comprenderá esto de inmediato. Pero si encuentra dificultades y esto no sucede, vuelva a compartir un almuerzo familiar y preste atención.

2 comentarios:

Néstor Dulce dijo...

Compañero:
soy psicólogo, lacaniano y peronista.
Los invito a leer mi blog de humor oficialista y a hacernos seguidores mutuos.
¡Un abrazo!

Anónimo dijo...

Me gusta mucho su sitio. Excelente contenido. Por favor siga publicando cotent tan profunda.