Estimado (o no) lector (o no):
En principio, nos interesa dar a su conocimiento algunas razones que nos convocan para dar inicio a la “Cátedra libre Oscar Masotta”.
Comencemos por el ámbito de la Universidad:
Desde el texto Freudiano “Sobre la enseñanza del psicoanálisis en la Universidad”, queda en claro que las particularidades de la formación del analista (análisis personal, supervisión, teoría) se escabullen de una aprehensión teórica de “carácter dogmática/crítica” que en términos generales Freud supone al recinto universitario. Desde Lacan no hace falta que pensemos en un “recinto” para pensar lo universitario en el psicoanálisis, gesto importante, desbordante de las subjetividades de muchos analistas (o personas que trabajan nombrándose de esa forma) que han optado por obviar un paso importante, el propio análisis.
Pero hay una cuestión que nos parece necesario articular, que no figura en estos textos que citamos, se trata del carácter público de la Universidad Nacional.
Por supuesto, el acceso público no está efectuado como “para todos”, porque se precisan ciertos ingresos económicos y recursos previos, como recorridos escolares que están ligados sobre todo a cuestiones materiales (también ligado a cuestiones simbólicas, pero permítanos subrayar en esta Facultad el costado material, el costado de la necesidad y sus excedentes).
Pero donde encontramos el “Para Todos”, que incluye fundamentalmente a una parte importante de la sociedad que no accede a la Universidad, por los motivos mencionados y también porque ni siquiera tienen la edad necesaria para ingresar, ya que incluye a los niños, es en la fuente de financiamiento del esquema Universitario.
Financiamiento estructural del país, de carácter inequitativo, a través del impuesto al consumo (IVA). Si hacemos una analogía con la Salud Pública en tanto los que se atienden “gratuitamente” son los que más pagan, aquí los que más pagan, no entran en el sistema y colaboran en la formación de profesionales (no temamos a esta palabra) que muchas veces no los tienen en cuenta y en otras, que sí lo hacen, sería realmente preferible que no los tuvieran en cuenta.
Es necesario sostener esta articulación, de la Universidad y sus características, del Psicoanálisis y las suyas, ya que, por los efectos que contemplamos en distintos espacios, desde las clases asistidas, los temas que se discuten (¿se discuten?), los grandes temas ausentes; no estamos seguros de si se transmite “necesariamente” algo del psicoanálisis, pero sí lo estamos sobre la transmisión de ideología velada, no reconocida como tal, en tanto serie de ideales/prejuicios adquiridos, que se aggiornan con lenguaje Psi.
La ausencia de lo político (su interrogación) operando como punto ciego de los practicantes.
Para citar algunos ejemplos, ya que nombrar la palabra política genera susceptibilidades en muchos “colegas”, podemos referirnos a temáticas complejas del psicoanálisis como son “el pago” o el “uso del diván”, o incluso nociones trans-estructurales como fantasma, imaginario, inconsciente…que son utilizadas a diario con el rigor que le impondría Mamá-Cora.
Se trata de algo muy preciso: pensar desde un prejuicio, cosificar desde un a-priori. Para eso, la complejidad de los conceptos, el contexto histórico, incluso la polisemia del lenguaje no tiene ningún valor. Todo se reduce a un único significado. La palabra se vuelve fetiche: pago es igual a dinero, y recibido en la mano, diván sólo en cuanto se hayan atendido todos los ideales que supuestamente componen “nuestra” práctica, fantasma e imaginario, atributos de “la clase media”. Suena estúpido, pero basta con prestar un poco de atención y se lo escucha.
La política del saber, hablar por los otros para cerrarles el pico, política que como dijera Jorge Jinkins “se niega como tal y que obtiene su fuerza de la disimulación”.
En fin, somos seres humanos, la vida se nos vuelve gravosa decía Freud, y no le viene mal a nadie algunas identificaciones que se puedan tomar prestadas, pero cómo es que se construyó ese Ser analítico caricaturesco, aquel modelo que se cree por fuera de cualquier determinación y camina por la vida descompletando otros discursos. Aquel que ha tomado un nombre que define un momento de la sesión o del encuentro con un paciente, y sale del consultorio creyendo que su “no tomar posición” es abstinencia. La abstinencia es una cuestión activa, en un marco específico del análisis, no un rasgo personal para llevar el resto del día. Eso tiene otro nombre, es una postura política, más sintomática o más intencional, pero no menos política, producto del proceso de degradación de la misma.
Nos interesa promover debates sobre estos temas que están demasiado presentes, pero en el sentido de la “presencia de una ausencia”, porque esta falta de apreciación política, sumado a la falta de análisis, a las ensaladas de narcisismo que ordenan la angustia que pudiera surgir, está haciendo estragos.
Será de nuestro agrado que discutamos, revisemos posiciones y abandonemos el deporte de poner la falta en el otro. Porque justamente, pretender condiciones ideales, que “la cosa marche” no es digno de nosotros, “universitarios”, sino más bien de los “amos”.
Cuando una casta dirigente se autocritica
-
La sociedad estadounidense es distinta de la nuestra en muchos aspectos.
Uno, es que una porción muy grande de su clase dirigente tiene una
formación intel...
Hace 2 días
9 comentarios:
Uhh Masotta grosso , el primer lacanopopulista! siempre en lucha contra la progresía estética de su época , Coto tiene un libro incunable de un amigote de la vida de Oscar que lo pinta de cuerpo entero y tremendo...
salu2!
Bueno Artemio, ya serás invitado, por supuesto, acá te vamos a recibir con lacanianos con bombos colgados. Igual esperamos el guiño de Jorgito, el ULP.
che sobre la angustia, vieron esto? Ojo que cambia todo, una bisagra...
http://rambletamble.blogspot.com/2010/07/companeros-y-companeras-sabian-que-lo.html
Por que concuerdo en lo substancial,le pido,si es posible que aclare por que los profesionales que se ocupan seria mejor que no lo hicieran.Gracias
Nied:
La crítica no es para todos los profesionales por supuesto, al contrario, queremos que sea un tema prioritario; pero como decía Fernando Ulloa: no un psicoanalisis de la pobreza, sino un psicoanálisis en la pobreza. Y sostenido desde una ética. Lo que aparece muchas veces son concepciones deficitarias que objetivan al otro, a eso nos referimos.
A lo mejor no fue escrito claramente. Saludos.
Artemio, sí lo habíamos visto hace mucho, me encantaría saber que piensa el padre de él. De lo que opina el padre de Mauricio ya sabemos, je.
La cuestion se pone clara nombrando a Fernando Ulloa.Me gustaria entonces viviendo en Buenos Aires,y estando fuera de la Universidad y lejos de lo "universitario" obtener mas informacion acerca de ese debate y como,si fuera posible,participar en el.
Y aun si no fuera posible,quisiera ofrecerle la colaboracion que pueda necesitar,pienso que todo lo que se haga contra la objetivacion
del otro es valido y por supuesto politico.
Gracias
Somos de Rosario, pero vamos a ir a bs as una vez por més a un seminario de Rodriguez Ponte. Por ahí podríamos ponernos de acuerdo. Además en Bs As están los compañeros de PDI en Psicología que son gente muy piola con la que se puede hablar de estos temas. Saludos.
Ya que es en nombre de Oscar Masotta, vale la lectura de una de sus últimas clases, publicada en Lecturas de psicoanálisis Freud/Lacan, cito: "Bueno, esto es lo que debía hacer un análisis: analizar esos emblemas como significantes y descubrir una trama de otro tipo. En primer lugar, para disolver la identificación nada mejor que analizar por el significante." y continúa: "En lo que se refiere al superyó diremos que, igual que en el ideal del yo, hay apropiación de significaciones y valores sociales. Pero la función varía: ahora es ética, hay una recomendación con respecto a la acción. El motivo es la defensa narcisista. (...) Desde el punto de vista del superyó, el sujeto puede apropiarse de valores, de izquierda o de derecha, positivos o negativos, pero los utiliza por el motivo narcisista. (...) Aqui se juega el narcisismo y las relaciones del sujeto en el goce, porque el narcisismo quiere decir que está en juego la determinación del sujeto en el goce. Y precisamente ahí estaría el corte entre el psicoanálisis y la política ... Hay un corte: todo está en querer borrarlo o mantenerlo. Para mi gusto me parece que hay que mantenerlo. (...) para el psicoanálisis más vale una reafirmación de lo inútil, lo que tiene que ver con el goce. Pero el campo de lo inútil no puede ser recuperado por el proyecto de izquierdas; es algo difícil de recuperar, salvo por parte de una izquierda ultralúcida, pero la izquierda utralúdica no existe."
Publicar un comentario