Pensemos en la constitución peronista. No la del ’49, que atañe al registro de lo simbólico, sino en la constitución del sujeto peronista. Hablamos de constitución del sujeto peronista porque no es algo innato, dado, o algún atributo que pueda indicársele a determinada clase social o a la pertenencia imaginaria de un individuo a esa ‘clase’. Pensemos cuando el peronista nace.
Va a ser otro el que ponga en palabras el grito primordial y quien lo signifique. Ese grito, al ser codificado, se convierte en llamado primero, luego en las primeras estrofas de la marchita. Se convierte en una demanda: la justicia social. Así se convierte el llanto y el grito primordial en llamado, y luego en demanda.
El deseo se sitúa como un perpetuo resto entre la necesidad y la demanda. El deseo es lo que nos mantiene en vilo, en apariencia de un modo desligado e itinerante, pero siempre desplanzándose por movimientos tan ‘marcados’, que el liberal sentimiento de considerarlo abierto e indeterminado, no hace más que confirmar sus (estructurados) matices y su fenomenología.
De allí la necesidad se espesa, se hunde y refluye en la demanda, como un carrusel de movimientos para que la necesidad sea escuchada. Es ese tiempo en que el sujeto peronista no puede concebirse si no se sube a ese carrusel, que es un tiempo de alienación con el Pocho. Alienación que dejará marcas inscriptas en cuanto a los nombres que apele y que emplee para dirigir sus llamados. Demandas a partir de las que el Pocho dio para demandar.
A esta altura ya podemos abordar a la interpretación clásica y conocida por todos. La demanda no es la necesidad. La demanda es demanda de cuidados, de derechos; de amor y de alegría. Lo que nos explica que en el tejido de los días por el trabajo continuo del tiempo, aún perduren anhelados aquellos días más felices, esos que siempre fueron peronistas.
Pero la constelación persistente del sujeto peronista demuestra que lejos está de la estructura de los anhelos. El sujeto peronista no anhela sólo aquello que el Pocho instauró. No es una mera mano ejecutora de la voluntad-del-Pocho. Su deseo a lo largo de la historia devela que no persiste en el tiempo de la alienación. Sino que aquel segundo movimiento que entraña una Separación, es tan necesario porque trae una diferenciación, que no es mera degradación de un punto iniciático desde el cual sólo cabría esperar una serie de sucesivas decepciones y decadencias. Lejos está el sujeto peronista de morir en tales afectos, aunque no desconozca el fluir de aquellos ríos subterráneos. Y ello tan sólo, no porque se profese ingenuamente el amor, la alegría, y la espontaneidad limpia del pueblo que devolviera de forma transparente la respuesta a nuestros interrogantes históricos. Ello tan sólo porque ese momento de ‘Separación’ del Pocho (que como después veremos es imposible), concierne la introducción y la construcción de un camino no destinado a la mera repetición. Entonces, es el Pocho que nos habla, y aunque a muchos canse, no dejará de imponer los tiempos, ritmos y nominando aquellas demandas que vayamos solicitando. Y es así por lo que Evita, anunciando en la constitución psíquica del infante, solicitara que en la nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños, por lo que dijera en su célebre conferencia en la CGL (Confederación General del Lacanocookismo) que primero que nada, donde existe una necesidad, nace un derecho, ‘luego’, demanda y deseo.
Así entendemos nosotros el deseo como un resto entre necesidad y demanda. Y el resto, que la chupen.
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5 comentarios:
Vemos que no es solo el Pocho para el Lacanocookismo, Evita vive!
Saludos
"El sujeto peronista no anhela sólo aquello que el Pocho instauró. No es una mera mano ejecutora de la voluntad-del-Pocho. Su deseo a lo largo de la historia devela que no persiste en el tiempo de la alienación". Exacto! es precisamente esta diferencia conceptual "lo que fluye contra lo detenido", siempre nos separó de Guardia de Hierro en los 70 y en general separó a la experiencia de la regionales de toda la fauna derechosa doctrinaria congelada en el tiempo de la alienación... Igual fluyendo, fluyendo varias veces nos fuimos de mambo, al carajo o a la mierda, pero igual, que la chupen , así es.
salu2!
Si vous avez compris, vous avez sûrement tort. He dicho. Masotta decia que si un lacanocookista dice que te comprende, he ahi un analisis que no funciona.
Aquí Lula, nos señala desde la función del presidente para atender al sujeto... imperdiblemente lacaniano :) Un abrazo
http://www.presidentestv.com.ar/presidentes_lula.htm
Muy bueno lo de Lula. Lo compartimos en el facebook del lacanocookismo.
Abrazo
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