martes, 5 de octubre de 2010

Che Vuoi Guevarâ

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La figura del Testimonial ya había sido trabajada por el Lacanocookismo, habiendo sido interpretada entre los vectores a-a' , representados por Claudio Lozano y el Piojo Lopéz, en tanto ambos desbordan en el plano alpha por izquierda, señalando y arrojando el "centro" para el delantero que venga “derecho”. Es decir funcionales a la red significante del “campo del Otro” (Societatte Rurale).

Hemos encontrado recientemente nuevas aristas al problema, en tanto cierta singularidad en la estructuración del campo fantasmático, en términos no ya del “che vuoi” lacaniano, sino del “che vuoi Guevarâ”.




Así, en los momentos constitutivos, ante la imposibilidad de responder por lo que desea el otro primordial, interviene el Otro de la madre, arrojando la Significación Progre.

La Significación Progre, si bien conserva el carácter enigmático, lo sostiene en tanto velado. A esta razón le debemos que la construcción siguiente (el desarrollo psicobolche) sea siempre una posición que busca argumentos para una posición adoptada de antemano.

La (o) posición es siempre de antemano, porque permite sostener al Otro progre que lo separó de esa madre dadora de derechos, amor, nutrición, madre que encontró su dignidad civil recién en las elecciones de noviembre del '51.

Mientras sostiene este ideal Guevarista, articulado al fantasma “che vuoi”, el testimonial organiza el tejido de conciencia moral que lo convierte en un modelo de virtud cívica, efectivo agente de cambio social que, como las amapolas, arrojan los pétalos con facilidad, perfumando aulas y recintos; ejerciendo un suave efecto sedante sobre las populosas filas de la progresía intelectual.
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